JOSÉ JUAN BALCÁZAR
NI A QUIEN IRLE
En el PRD, una
vez celebrada la asamblea nacional que determinó la renovación de la dirigencia
nacional y los comités estatales, se desataron los demonios entre quien se
siente el elegido y los que, viniendo de una etapa de imposiciones y
protagonistas de esa historia, ahora salen con la bandera de la democracia, la
autonomía, la dignidad y al saber cuántas virtudes más que, claro, no tienen ni
profesan ni han enarbolado sino hasta ahora que sienten que se las dejarán ir
en la elección interna partidista.
Esta fábula de
todos contra uno, o una, más que significar una expresión de independencia y
decoro, es una acción desesperada para subirse a un tren en el que todavía no
han sido llamados, ni lo serán, como dice don Teofilito, en el entendido que
durante los gobiernos de Pablo y Sabines tuvieron su momento de gloria, de
estar en la mamazón y de gozar las mieles del poder, de solazarse en el
dominio, de incluso aprovecharse de los otros y de imponer su voluntad o la del
patrón en turno, como ha sido siempre.
Ahora, la
denuncia es la pretensión de imponer a uno como ellos que, fiel a la tradición
de asirse al poder, está al acecho, como si una sola voluntad pudiera más que
las miles de voluntades que, se supone, los denunciantes representan, los
apoyan e irán hasta el fin del mundo para defender una soberanía partidista,
esa que ellos, los del frente contra la imposición, no respetaron en su momento
y contribuyeron a socavarla y a ponerla al mejor postor hasta que sintieron que
ya no eran ellos los beneficiarios.
Siendo el PRD un
partido de izquierda, con una dirigencia nacional decente a pesar de ser
representada por la corriente de los chuchos, no habría de qué preocuparse,
pues los derechos de elegir de cada militante está a salvo, a menos que
Zambrano o Navarrete, ya en funciones de mercante del PRD, perdón, de dirigente
nacional, pongan a la venta la dirigencia estatal y se la cedan a quien pague
más. Entonces, la pregunta es ¿quién en Chiapas puede pagar más y quién puede
hacer ese tipo de negocio?
--Con eso que hay
una campaña publicitaria abierta, obviamente de los autorizados, ya cualquiera
quiere sacar su propaganda y mostrar su carota a la gente.
Es el caso del
subsecretario de Transporte en San Cristóbal, Hugo Pérez, que había mandado a
poner espectaculares.
¿A cuenta de qué?
¿Con qué
pretensiones?
Pero no contaba
que en una de esas idas a San Cristóbal, el que decide quién sí y quién no pone
esa publicidad, iba a verla.
La orden fue
tajante: los bajan ahorita.
Hasta ahí llegó
la propaganda de Hugo Pérez que ya se había mandado a hacer su publicidad
verde.
Con más facha de
Javier Duarte que de auténtico coleto, Hugo Pérez ya se sentía en la antesala
de una candidatura.
¿Con permiso de
quién?
No cabe duda que
hay algunos que no entienden que si se rentan como empleados, deben apechugar.
El que decide el
destino electoral no son ellos, sino el patrón.
Así funciona
esto.
No entenderlo o
hacerse el que no entiende, sólo pone en riesgo la chambita que tienen.
Y este fulano de
Hugo Pérez no es una perita en dulce o una monedita de oro.
Uta, si está en
esa posición es porque dios es muy grande y Manuel Velasco en exceso generoso y
tolerante.
Además, en lugar
de cumplir con su encomienda de ordenar el transporte en Los Altos, se ha
dedicado a armar desmother y medio.
Es quien organiza
las invasiones y quien coordina la toma de oficinas y demás movilizaciones
contra la autoridad municipal.
Lo mismo organiza
la invasión de mercados públicos que la invasión de reservas ecológicas.
Luego, haciéndose
el chingón, ofrece su intermediación para resolver los conflictos.
Es la estrategia
desgastada que puso en marcha en Chiapas Uriel Jarquin, en los tiempos de Ruiz
Ferro.
Quizá funcionó en
aquellos sagrados tiempos en que los de León Villard llegaron a Chiapas y
encabezaron las rebeliones convenidas.
Ahora no, ahora
las condiciones han cambiado.
Y si este Hugo Pérez
quiere pasarse de listo, pues de seguro ya lo tienen bien medidito y le tienen
su guardadito.
Pero todo es al
calor de las ambiciones políticas.
--La afirmación
del secretario de gobierno de que no se regularizarán las invasiones en Montes
Azules, es más que plausible.
Obviamente está
hablando de las invasiones recientes, no las que se asentaron hace 50 años.
La biosfera de
los Montes Azules es una zona protegida y como tal debe seguir.
Las invasiones en
nombre de la pobreza o la lucha social, pues tiene su lógica, pero no deben atentar
contra un patrimonio de la humanidad.
Además, estas
invasiones tienen promotores ajenos a las comunidades cuyas intenciones no son
necesariamente agrarias.
Obviamente, desde
la secretaría de gobierno no ignoran las condiciones, las filiaciones y los
intereses de estas invasiones.
Y si hay una
declaración en ese sentido es porque ya tienen calculados los alcances y
efectos de tal decisión.
Que nadie se
llame, pues, sorprendido o que no sabía a lo que se exponía al alentar o
realizar una invasión.
Y esa posición de
no permitir ni mucho menos regularizar invasiones, debe ser permanente y para
todas las regiones del estado.
--¿Y en qué habrá
acabado el argüende del líder estatal del Pongosh que noqueó a una mujer
policía de Tapachula?
¿Hasta ahí va a quedar
el asunto?
¿En pura denuncia
mediática?
¿Y el respeto a
las mujeres?
¿Y el
empoderamiento de la mujer?
¿Y la ética y la
formación política de este sabinista que se quedó como regenteador del Pongosh?
¿Ontán los
valores humanos, los sentimientos, la decencia de este fulano?
¿A cambio de qué
llegó el silencio de la mujer golpeada?
¿Hubo o no hubo
arreglo?
¿En lo legal no
va a haber ninguna consecuencia?
¿En lo partidista
no va a haber proceso de honor y justicia o ni honor ni justicia tiene el
Pongosh?
Pues va siendo
hora que Víctor Moguel diga qué fin tuvo este affaire en que madreó a la mujer
policía por ir en defensa de su cunca de farra.
Aunque algunos
dicen que si no cumplió con el acuerdo de dejar la regiduría de Tapachula,
menos que cumpla con otras cosas.
No, pos, está más
que claro la catadura del líder del Pongosh y la calidad de ese partido.
--¿Adivinen a
quién van a mandar al parque Amikúu para protagonizar la serie La isla de la
fantasía?
Una vez que dicho
parque fue dejado a su suerte y los animales a punto de morir fueron
rescatados, se dice que se aprovechará el parque.
Una de las ideas
que se tiene es que un secretario del gabinete, cuya secretaría no sirve para
una chingada, sea aprovechado para esa nueva serie.
Bien podría
representar el papel de Tatú para que grite ¡El avión, jefe, el avión!
La neta estaría
chido que se hiciera esa serie en ese parque que está en el Cañón del Sumidero.
Ojalá se echen el
tiro de entrarle.
Aunque sea una
miniserie en el canal 10 que hagan.
--Ahora resulta
que hay una campaña contra Diego Valera porque le tienen envidia y es muy
chingón.
Ni lo uno ni lo
otro.
Si no quiere
explicar lo del aeropuerto de Monterrey, entonces que explique por qué no fue
el sábado al cumpleaños de su jefe.
Fue el único
secretario que faltó y se notó su ausencia.
Se notó no porque
sea muy importante su presencia, sino porque apenas estaba en su apogeo lo del
argüende de los 10 mil dólares.
¿Se debió a eso
la inasistencia?
¿Tenía alguna
otra cosa más importante qué hacer que ir a la fiesta de su jefe político?
¿O le vale una
pura y dos con sal esas fiestas y por eso no fue?
Uta, por lo menos
a levantar la caca del Palomo hubiera ido.
--Dicen que en
una reciente encuesta levantada en Tuxtla salieron unos resultados muy escabrosos.
A la pregunta de
qué perro recuerda usted con mayor frescura, no crea que respondieron mayoritariamente
Yassir o algo así.
Nel pastel, ese
ni a chucho llega.
En primer lugar
salió Laica, la chucha que fue a la luna; enseguida Lisie, el chucho de la
serie de televisión, y en tercer lugar Lola, la chucha del chaquis.
¿Entrará Lola a
la competencia electoral en Tuxtla para el próximo año?
Es que todavía
está en la memoria el despliegue exagerado e inmoral de Lola para localizarla,
pues se había perdido.
Con decir que
ninguno de los que ahora se promueven tiene tantos espectaculares y propaganda
de la que tuvo Lola.
Esa campaña
perruna estuvo más perra que las que ahora se realizan.
Ya no se diga el
dineral que gastó el chaquis en pagar todos pendones, espectaculares y demás
publicidad.
Y todo para que
la pinche chucha regresara solita a su casa después de una semana de andar de
putilinga entre la perrada.
--AVISO
INOPORTUNO.
Este confinero,
aunque non santo, se pinta de colores toda la semana santa y regresa hasta la
próxima semana. Son días de guardar y de aguardar.