“EL GRITO” Y LAS
AÑORANZAS
Armando Rojas
Arévalo
BENJAMIN:
Esta noche nos reunimos en la casa de Cuernavaca con un grupo de matrimonios
amigos, para, como lo hemos desde ya varios años, dar “El Grito”, cenar pozole
verde –mi favorito-, tacos dorados y tostadas de pata (que no de Cuauhtémoc),
acompañado todo con dos que tres tragos
del mezcal artesanal que un amigo oaxaqueño hizo el favor de enviarme y al que,
por supuesto, vamos a hacerle los honores correspondientes (al mezcal y a él).
Estoy
sentimental. Con esta noche regresan a mí los recuerdos de cuando vivíamos en
un departamento de azotea en la calle de Guatemala, precisamente atrás de la
Catedral, y desde ahí –con mi madre y mis hermanas- disfrutábamos la verbena en
el zócalo, o bajábamos la escalera a grandes trancos para ir al relajo, comer
elotes asados y aventar huevos rellenos de talco. ¡Qué nacos, diría mi sobrina!
Mi
primer traje lo compré en abonos en la Sastrería Catedral. Y mis primeros
amores de adolescente fueron al pie de una mesa de café (que duraba horas
porque no había dinero para otro) en “La Bombi”. En el bar del hotel “León”, en
Brasil y Guatemala, años después varias de mis madrugadas saludarían a la
bohemia con “Pepe Arévalo y sus Mulatos”.
Tiempos
de sueños. Tiempos de hambre. Tiempos de tranvías que partían del zócalo y te
llevaban a Xochimilco por la calzada de Tlalpan. Tiempos del tradicional baile
de la “Colonia Chiapaneca” en la Riviera. Tiempos de danzón los sábados en el
“Dancing Club California” con las orquestas de Mariano Mercerón y Carlos
Campos, y tortas bastante pródigas que mi amiga Noemí, la mesera compadecida de
mi hambre, me hacía llegar a un gabinete oscuro del “Nereidas”.
Tiempos
en que podías caminar tranquilo a deshoras de la noche, escuchando el silbato
de los policías de a pie. “¿Todo en paz, Jacinto?”, “Todo en paz, jefecito”.
HOY
tenemos que festejar la Independencia a puerta cerrada a cal y argamaza. Por
ejemplo, en Morelos, en menos de 72 horas nueve personas fueron privadas de su
libertad, en diferentes municipios del estado de Morelos; una de las víctimas
fue disuelta en ácido, tres más fueron liberados, dos de ellos tras realizar el
pago de rescate, y cinco personas más siguen secuestradas.
LA
QUE DEBE ESTAR FELIZ es la señora CONCEPCIÓN MARÍA DEL ROCÍO BALDERAS
FERNÁNDEZ, esposa del magistrado ALEJANDRO LUNA RAMOS, hermano, por cierto, de
MARGARITA LUNA RAMOS, ministra de la Suprema Corte de Justicia, porque está a
horas de convertirse en magistrada del Tribunal Superior Agrario. “Conchita”,
que así le dicen en su casa y sus amigos, labora en la Suprema Corte como
secretaria de Estudio y Cuenta. Fue
nominada por el Ejecutivo a través de la Consejería Jurídica de la Presidencia
de la que es titular HUMBERTO CASTILLEJOS.
MIENTRAS,
RENÉ BEJARANO hizo una “revelación” que por sabida, pública y evidente debió
omitirla, porque es como taparle el ojo al macho. Que el gobierno federal
influyó de manera determinante en favor de los candidatos de Los chuchos a
consejeros del PRD. Que los firmantes del Pacto por México, tanto en el PRD
como en el PAN, “consolidaron su continuismo con el apoyo del gobierno federal
para gradualmente transformar nuestro sistema político en un modelo
presidencial con control multipartidista”. Uf, qué novedad.
EN
TANTO, AYER en Acapulco, unos 3 mil 500 damnificados de 185 comunidades de 13
municipios de La Montaña que fueron afectados por la tormenta tropical “Manuel”
y el huracán “Ingrid” hace un año, marcharon para denunciar la indiferencia del
gobierno, que a esa región indígena sólo destinó 11.4 por ciento de los
recursos para reconstrucción y los aplica a cuentagotas. Faltan por
reconstruirse 25 escuelas de las 360 dañadas por las lluvias, 826 caminos
estatales más cientos de viviendas.
TIENE
MUCHA RAZÓN el presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de
Automotores, JUAN PABLO ARRIAGA: Para ser gobernador de Michoacán hay que ser
valiente y estar loco. Esto lo dijo para que lo escuchara ADRIÁN HUERTA LEAL,
presidente estatal de la Confederación Patronal de la República Mexicana
(COPARMEX), quien anda calenturiento por ser candidato a la gubernatura de
aquel estado.
En
buen romance, el consejo es, como decía don PORFIRIO: “Moderación y juicio,
serenidad y maña”.
P.D.-Todo
el día ha estado nublado. Llueve intermitentemente y hace frío. Qué flojera.
“Odile”, el huracán, ya entró a Los Cabos.